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Sobre este blog

Colombia es un lugar sobrestimado por sus ciudadanos y subestimado por los foráneos. Es un país donde la gente se siente feliz aunque en realidad se queja todo el tiempo. El ánimo quejumbroso del colombiano a pesar de escoger en épocas electorales las peores opciones es un rasgo pintoresco; tenemos quejas sobre la desigualdad social y económica, sobre el bajo nivel de la educación, el estado de la infraestructura, el desempleo y un largo e insoportable etcétera, todo para después concluir que este es uno de los países más felices y con el falaz orgullo de que es el mejor páis de todos. Un pedazo de tierra con poblaciones de diferentes razas y orígenes que se discriminan entre si. Este pedazo de tierra tiene todos los recursos necesarios para que la nación fundada sobre él sea una potencia económica; infortunadamente la idiosincracia de sus gentes impide este desarrollo. Aquí la línea entre héroes y villanos es borrosa, de manera que los delincuentes muchas veces son admirados mientras los honestos son reprochados.

Podría hacer una lista extensa y tediosa sobre las contradicciones que representan la identidad nacional de Colombia (el país de donde soy); y es que son tantas que por eso me decidí a escribir este blog, para desglosar mi visión de este pueblo que se equivoca constantemente mientras llora y ríe. Sé perfectamente que muchas de las entradas que escriba me harán acreedor del odio de otros colombianos, lo cual no hará más que darme la razón.

No estoy avergonzado de ser colombiano, pero tampoco estoy orgulloso, simplemente nací aquí y punto. Trato de hacer lo mejor posible para encajar sin traicionar mis principios. Escribo sobre lo que veo y procuro ser lo más objetivo posible. Muchas eran las ganas de deslenguarme para opinar sobre toda esa profusión de insensateces con las que tengo que lidiar en las conversaciones cotidianas con amigos y parientes, a través de internet y en los medios masivos de difusión.

Hace mucho tiempo quería empezar a escribir en mi propio blog. El desasosiego por las inmensas ganas de compartir mi parecer sobre diversos temas sin la fugacidad de las redes sociales me acosaba todos los días, pero robarle tiempo a mis ocupaciones para hacer el diseño web a mi gusto no es fácil.

No me gusta censurar ni que me censuren, todas las personas que comenten aquí serán respetadas por mí y espero respeto, pero sus opiniones, como las mías, son susceptibles de crítica. Me reservo el derecho de expulsar a sujetos groseros.

Gracias por la visita.